Y luego, cuando ante ti se abran muchos caminos y no sepas cual recorrer, no te metas en uno cualquiera al azar: sientate y aguarda. Respira con la confiada profundidad con que respiraste el dia que viniste al mundo, sin permitir que nada te distraiga: aguarda y aguarda mas aun. Quedate quieta/o, en silencio, y escucha a tu corazon. Y cuando te hable, levantate y ve donde el te lleve.
No hay comentarios:
Publicar un comentario