lunes, 14 de mayo de 2012
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En el fondo hay cosas que nunca llegarás a decir y nunca confesarás, por miedo. En realidad todos somos un poco cobardes cuando se trata de decir algo que nos importa demasiado. Todo el mundo te dice que lo hagas, que no te debe importar demasiado si no lo dices, pero claro, hablar es muy fácil, solo cuando estamos en la situación nos damos cuenta de lo difícil que puede llegar a ser. Que las cosas que importan de verdad siempre se dicen con una mirada, un gesto, una sonrisa. Hasta hay veces que sin tener lo que quieres, te da miedo perderlo. Pero no vale la pena forzar las cosas, todo ocurre cuando menos te lo esperas, para bien o para mal, te das cuenta de que nada depende de ti, sino de los momentos, de que cuando algo tiene que suceder, sucederá.
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