Hoy con el ánimo bajo y la autoestima pérdida en un rincón de mi habitación me pongo a escribir en un intento absurdo de plasmar todo lo que me pasa y no puedo contar. Llevo días, meses e incluso algún año sintiendo esta tristeza dentro de mi. ¿No habrá nadie que consiga quererme sin peros? ¿que se preocupe por mi sin esperar nada a cambio?
decepción tras decepción no te haces más fuerte sino más pasota.
Pese a esta coraza de ”chica dura y borde” se encuentra una persona frágil y con una necesidad de cariño , alguien que me entienda y no me juzgue, palabras que no se disfracen de hipocresía. Hoy necesito aire nuevo que me despeje y me ayude a sonreír
lunes, 16 de diciembre de 2013
Autocritica
"No hay que llorar, guarda las formas. Tienes que ser valiente", y te lo crees. Coges aire. Respiras. Sonríes. Una y otra vez. Lo que no ves, lo que nadie ve, es que las heridas se enquistan por dentro. Que las lágrimas se agrupan formando charcos de sangre. Que duele aunque no lo llames dolor porque te prohiben ponerle nombre a ese vacío. "Tienes que expresar tus emociones", te dicen. Porque para ser persona hay que sentir. Maldita sociedad de mierda, maldito caos, ¿en qué quedamos? Y entonces te das cuenta de que habrá siempre más de mil señales indicándote caminos diferentes. Y dejas de escuchar a los demás para escucharte a ti mismo. Me pregunto cuántas personas pierden la felicidad guardando las formas. Respiras - otra vez - antes de saltar al vacío. A vivir se aprende viviendo. Pero por mucho tiempo que pase, a veces, sigues cayendo. Y te sigue acojonando levantarte. No me hagáis ilusionarme pensando que volveré a tener algo si no será así. Yo que sé. Quizás he sobreestimado mi fuerza, una vez más, y ni siquiera me atreva a pedirle a nadie que me preste un poco. Pensaba que podía llevar la situación con normalidad. Ni siquiera me importaba tener que sostenerte la mirada como diciendo "Mírame, no me has quitado nada, mírame las veces que quieras, que nada me puede desmontar. Soy de hierro, ¿ves? o de hielo, que es parecido". Pero siempre tiene que haber alguien que me recuerde que en toda guerra hay heridas y que ser pistola significa ocasionar daños. "-Siempre lo destrozas todo", "¡Cállate! Tú no has destrozado nada, no te preocupes, no podías evitarlo..." "Y una mierda, fuiste débil, podías haber aguantado..." y explotas. Y vuelves a llorar como las primeras veces. Y odias las putas fiestas de mierda. Y dices puta y mierda, porque así parece que lo sacas fuera. Y escribes, porque escribir es otra forma de sangrar, pero más sana. Y te dices a ti misma "Yo también tengo derecho a ser una niña asustada alguna vez". Pero no te lo crees.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)