No
puedo reclamarte por no amarme como merecía, porque no se puede pedir a alguien
que sienta algo que no puede sentir.
Después
de tantos días de no parar de pensar en ti, estar culpándote y a la vez
culpándome a mí por hacerlo, ayer en medio de una canción intensamente
romántica pasaste por mi mente.
Pero no como solías hacerlo, no como si tú
fueras el protagonista de esa mágica historia de amor, simplemente pasaste para
recordarme que ya no eres importante en mi vida, que pocas veces al día te
recuerdo, que el escuchar tu voz ya no produce nada en mí y que estoy
finalmente feliz por ello.
Y bueno, yo nunca pude decirte cómo me sentía
realmente, no quería que las cosas sucedieran como sucedieron.
Después
de mucho volví a escribir y lo hice por ti, constantemente me incitabas a
hacerlo, y estoy aquí una noche más dedicándote esto.
Cariño,
gracias por enseñarme tantas cosas, gracias por mostrarme que a veces no todo
lo que deseas se hace realidad, que a veces la princesa tiene que salvarse, que
tiene luchar hasta que sus uñas sangren, por más que duelan, que tiene que
seguir.
Muchísimas
gracias por hacerme perder a mí misma e irónicamente estar allí para ver cómo
me reencontraba, no con mi antigua yo, sino con una yo más profunda, más
valiente, menos superficial, pero con la misma esencia de niña loca que se
enamoró de una sonrisa que no era para ella.
Quiero
decirte que aunque todavía trato de sacar lo mucho de ti que dejaste aquí
dentro, no eres indeleble y paso a paso puedo borrar tu recuerdo que hace
tiempo pensé habías marcado en mí como un tatuaje, pero hoy comprendo, que
incluso los tatuajes se pueden eliminar.
No
quiero que me malinterpretes, tampoco puedo reclamarte por no amarme como
merecía, no se puede pedir a las personas que sientan algo que no pueden
sentir, eso también lo aprendí gracias a ello.
No puedes mendigar amor, eso
ahora lo tengo presente cada día, solo puedes dar lo mejor de ti y amar, ya
verán los otros si te aman o no.
Te
deseo lo mejor, perdón por haberte culpado de tanto, sabiendo que yo también
fui culpable. Solo sentía que eras el peor, pero no lo eres, eres maravilloso,
no puedo olvidar tantas alegrías y tanto apoyo. Espero que lo que estabas
buscando sea mejor que lo que perdiste, sinceramente deseo que ella te haga
feliz, lo mereces.
Gracias
por venir y desordenar mi vida.
Te
quiere, pero ya no te extraña,
Yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario