Tarde o temprano llegará el día en el que cuestione mi personalidad, debido a que me perderé en alguien que no soy y que por error he intentado ser, a causa de intentar encajar en un lugar; y es que al parecer de eso se tratan hoy en día las relaciones humanas, ‘’de encajar’’, cuando hay cosas tan bonitas como lo es el poder ser diferente.
Tantos se quejan de que las personas no son más que un personaje queriendo vivir de la opinión de los demás. Cuando esas mismas personas son uno de esos tantos personajes, fingiendo su inconformidad ante la situación.
¿Por qué no actuar en los lugares públicos como actuamos en casa?
¿Tan difícil será ser quienes somos al cerrar la puerta?
Si de verdad no nos importara la opinión de los demás no existiría la pena y muchas oportunidades no se perderían diariamente.
Uno de los propósitos en la vida es ser feliz, pero a medida que la vida transcurre nos volvemos más exigentes con nosotros mismos, atentamos hasta con nuestro propio cuerpo, sin pensar que el cuerpo sólo es un automóvil y lo que verdaderamente importa es el interior…
Cuántos no hemos llorado a causa de que no vemos lo que queremos en el espejo, es triste, pero es la realidad. Y mientras no aceptemos nuestro automóvil (cuerpo) y personalidad tal cual es…
No lograremos liberarnos de ese disfraz.
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