Fuiste la persona correcta en el momento menos indicado.
Creo que a todos nos gustaría que el amor funcionara de una forma menos compleja, que todo fuese más sencillo, que los sentimientos y las personas coincidieran de forma perfecta, que en vez de rupturas y desencuentros tuviésemos eso que tanto queremos, esa vida que no es necesariamente sencilla pero que nos llena de felicidad simplemente porque la vivimos al lado de una persona en particular. Pero las cosas no siempre son tal y como las esperamos y en muchas ocasiones nos encontramos amando, o siendo amados, por personas con las que nunca podremos realmente conectarnos.
Las circunstancias son siempre misteriosas y nos separan de forma inevitable, sin importar lo mucho que queramos impedirlo. Lo más difícil de todo esto es ser amada por alguien a quien no le puedes corresponder, especialmente si gracias al amor de esta persona lograste superar momentos difíciles. A esa persona, ese hombre que tomó tu mano en el momento en el que nadie más quiso hacerlo, le debes tanto y aún así, sientes que hubiese sido injusto mantenerlo a tu lado, sabiendo que no serías capaz de amarlo como se merecía. Puede que lo hayas dañado de una u otra forma, pero preferiste decirle adiós en vez de mantenerlo prisionero en una ilusión.
Puede que después del quiebre sigas pensando en él, puede que extrañes sus brazos a tu alrededor cada vez que vuelvas a dormirte sola, y es que eso es lo más difícil de todo. Es difícil aceptar que el amor va y viene, que no es estable, que parece no mantenerse en el tiempo. Es aún más difícil darte cuenta que no siempre tenemos la capacidad de amar como alguien se lo merece y que parte de este amor implica dejarlos ir, intentar olvidarlos y darles la oportunidad de encontrar a alguien mejor. Ser amada por alguien sin poder corresponderle de la forma que se merecen implica que no importa si llegas a estar lista en otro momento, nunca más volverás a encontrarlo.
Intentas decirte a ti misma que estás bien, que fue la mejor decisión, que es lo correcto. Sigues con tu vida como si nada hubiese pasado cuando sabes que la verdad es otra, que los sentimientos son otros, que las posibilidades han cambiado. Hiciste lo mejor que pudiste, recibiste su amor e intentaste reciprocarles de formas que no fueron efectivas, sin embargo, parte de su amor se quedó atrapado dentro de ti y aunque no tiene sentido, sigues pensando en ellos. Quizás en otro momento, te dices. Quizás en otra vida, cuando pueda comprometerme con alguien sin tener tantas dudas, cuando finalmente supere eso que lo complica todo, cuando vuelva a creer en el amor sin sentirme tan vulnerable, tan expuesta.
Quizás aún no es el momento, quizás aún necesitabas crecer un poco más, quizás había tanto que tenías que aprender antes de poder quedarte con él para siempre. Independiente de tu realidad, hay algo que es universal: le agradecerás todo lo que su amor hizo por ti hasta el último día de tu vida, porque no estarías de pie aquí hoy si no hubiese sido por él. A veces el amor es complicado y muchas veces no es exactamente lo que esperamos.
No significa que estés equivocada o que haya parte de ti que debas esconder o alterar, simplemente significa que quizás fue la persona indicada, pero no en el momento indicado y realmente es algo que aunque parece ser trágico, nos enseña lecciones que nunca nos abandonarán.
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