Ha pasado mucho tiempo desde aquella casualidad y hoy te echo de menos.
Será este mes de septiembre, llega el frío y con el los recuerdos, vuelve la rutina y con ella tú.
No quiero imaginar como será hacerme a la idea de escuchar nuestra
canción sin tenerte al lado, soplar las velas sin ti, y seguir pidiendo
siempre el mismo deseo, que nunca te vayas, pero ya es tarde, es verdad
eso que dicen que nada es para siempre, y que las promesas son pequeños
motivos para seguir adelante, pero todo se acaba rompiendo, hasta los corazones más fuertes.
No logro entender porque llegaste a mi vida, no te necesitaba, no
quería amar a nadie y terminé muriendo por algo que sólo sentí yo, que
solo fue mío, porque yo para ti nunca tuve sentido en tu vida, un trofeo
más en tu lista de empeños cogiendo polvo, una historia como otras,
todo lo que tú querías.
Ahora corre, ve y dile a otro corazón que el
va a ser el motivo de todos tus poemas, mientele y hazle ver que el
amor existe para luego escupirle todas tus promesas en la cara, también
dile que le quieres, pero recuerda que llegará el día en que tus
mentiras cobren vida, que tu corazón empiece a llorar por alguien;
entonces te acordarás de todas las historias en las que tú eras el malo
del cuento, y comprenderás que en la vida algunas veces eres el cazador y
otras serás la presa.
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