domingo, 6 de diciembre de 2015

El proceso de crear....

Me llama mucho la atención cómo es el proceso de crear algo, desde el sueño inicial hasta las metas propuestas llevadas a cabo. Mientras más claros sean los sueños, más claro estará el camino, más despejado. A veces hay que expandir los sueños, otras veces hay que delinearlos.
El proceso es lo más importante luego del inicio. El proceso puede no tener final, o tenerlo, todo depende de los objetivos y la meta que se tenga.
En este sentido, en la actualidad no se crea tanto, sino que se recrea. Igual esto no tiene porque ser un problema. La originalidad la imprimimos nosotros mismos de acuerdo a nuestra manera de hacer las cosas, nuestra forma, que puede ser más o menos particular.
Así, uno construye su lugar de trabajo, sus labores, su casa, y hasta su habitación y la forma de arreglar su cama.
Es famosa la alquimia que se produce en la cocina, tan famosa a través de la historia, el proceso de “crear”, combinando ingredientes y a través del calor producir la mezcla de los condimentos y como resultado el aspecto, los colores, el sabor, el aroma.
El afán incansable de atrapar una imagen en el tiempo y así quedarnos a contemplarla, es casi como un capricho… la fotografía y esa sugerencia que nos hace, nos guiña el ojo, o nos conmueve.
La música, llegando a ser una debilidad muchos no conciben la vida sin ella, es casi como una droga y tan sugestiva que puede llegar a ser peligrosa.
La escritura y en ella el proceso de crear es para mí o tiene que ser como la música, tiene que transmitir no solo ideas sino que tiene que hacer sentir algo, encender una chispa talves… claro es un ideal como el de la luciérnaga enamorada de la luna, la cual nunca podrá alcanzar… pero se vale y claro, siempre se vale soñar…
En todo nuestro andar existe un proceso de creación… nuestra vida, y ese proceso dura toda la vida.
Para hacer una analogía a veces uno tiene un sueño cuando va creando un blog, y lo va escribiendo, y pone categorías, o “temas que va a desarrollar”, y así va escribiendo.
Por mi parte solo encontré hacerlo de la forma más libre posible, escribo de acuerdo a lo que voy pensando, lo que me inspira, también lo que me preocupa, y aunque parezca mentira, trato de hacerlo la mayoría de las veces de una forma impersonal.
Lo curioso es que los temas han ido creciendo a su antojo, talves de una forma que no planee. Pero creo que eso es lo bueno de este sistema, la capacidad que se tiene para organizar luego el material. Entonces cuando miro las palabras a la derecha veo más o menos los temas en los que me he interesado. Creo que en este sentido es bastante bueno tener un blog. Uno termina conociéndose un poco, dependiendo claro, de la sinceridad que le imprima.
Para mí lo importante es mantenerlo libre, o dejarlo libre, soltarlo… aunque uso categorías trato de no aferrarme a ellas.  Para mí el blog es un hobby, y como todo hobby cuando se imponen o se reglamentan horarios o temas, pierde la frescura y la diversión que debe representar para el que lo escribe, y se convierte en una carga. Por mi parte no me amarro a horarios, ni formas, no me gusta la rigidez o la estructura idéntica para todo, en mi caso es así… pues me aburriría terriblemente hacer todo igual. Otra cosa que he aprendido es que si lo disfrutas eso lo vas a transmitir en tus entradas. Por eso, mientras más flexible mejor. No digo que a otras personas no les funcione de otra manera.
Mi marco es el ave volando, ella lo encierra todo…
Hay otros detalles esenciales. Pero se mantienen así, sin mucha complicación. Son más bien nortes, referentes, o guías… Son la composición básica sin la cual lo demás no tendría punto de inicio, ni el proceso tendría un camino…
En total lo que quiero decir es que a veces definimos los proyectos y en el camino ellos van tomando su propia forma y hasta nos guían, y también nos describen, nos ayudan y mucho.
En fin, también es bueno tener siempre en cuenta que un proyecto refleja apenas un aspecto de nuestra personalidad, que puede ser una pincelada nada más, eso depende de la energía que le entreguemos. Y también de acuerdo a como se va desenvolviendo un proyecto, uno tiene el poder de reorientarlo, o dejarlo así…

Cuando no quede nada…?, Espera.

-¿Cuando no queda nada que se puede hacer?.
-Volver a comenzar.  Pero no de la misma manera, no otra vez igual. Porque ya sabes que no será igual.  Con todo despedazado.  Talves puedas hacer otra cosa, diferente, si es que quieres hacer algo.
-Pero sabes que no tengo ganas, ni fuerzas. Para mí todo ha acabado, solo queda un desierto hostil, donde antes había flores… y la amargura que crece con rabia…
-Me preocupa tu estado.
-No quiero forzar un comienzo. Siento que es artificial. Como poner una bomba de aire a un moribundo. No quiero. Prefiero seguir por donde voy y arrastrarme en mi tierra y darme cuenta que no hay nada. Es más quisiera solamente arrancarme cualquier raíz que por dentro quiera revivir… tengo miedo…
– Siempre da miedo amar.
-Pero parece que tú no comprendes nada.
-Te comprendo, mucho más allá de lo que crees. Te comprendo porque estuve en tu lugar.  Ame, y ame hasta cuando no querían ni saber de mi.  Y dolió.  Dolió hasta la muerte.  ¿Y no es eso el amor, un sacrificio que solo es tal si llevas tu cara bien limpia y lavada, y tu ser perfumado, tanto, que nadie nota ese dolor que por dentro apaga cualquier rebeldía… Nadie que no haya amado entiende esto.
-Pero yo no tengo la fuerza que tienes tu. Soy  tan débil… estoy tan destruido… y soy tan pequeño… soy como un niño golpeado, despreciado en lo más hondo de su ser por quien debió protegerlo…
-Querido… que podría yo decirte que te calme?.  Solo deja que te abrace, no apartes mis brazos, espera conmigo a que el sol amanezca.  Por favor no te vayas, espera, me quedaré aquí contigo, no estás solo,  espera.  No arranques de tu ser lo hermoso que queda… no lo hagas por favor… Sé que tu no crees en Dios, pero Él fue quien me dio las fuerzas cuando pase por ese desierto amargo que ahora cruzas tu. Cuando quise acabar con todo, porque era más fácil terminar que soportar… Él  me sostuvo. Él  me mostró quién era Él, quien es Él, el único que puede “abrir caminos en el desierto y ríos en la soledad”. 
-Quisiera tener eso que tienes tu.
-Lo tendrás.  Lo sé. El amor, el camino correcto, es un camino que puede ser muy doloroso y difícil, pero si no renuncias a mantener esa chispa que enciende otra vez tu corazón, vivirás.  Suena paradójico, pero ese pequeño retoño que se niega a morir y al que le tienes miedo porque crees que te hará sufrir de nuevo, es la vida de tu corazón, al final lo único que importa es que puedas sentir y ser sensible a la voz que te habla desde adentro, no lo dejes morir…, aunque te digo, si muere, no llorarás, pero tampoco reirás, ni siquiera te darás cuenta de nada. Y no es eso como estar muerto?. Pero estar vivo y amar de verdad quizá sea puro llorar por dentro y por momentos ver la luz… o talves como dice la canción “el amor es un frío y roto Halleluyah”. Pero no te cierres… espera. Deja que te abrace hasta que amanezca… 

La depresión

Estar molesto con la vida, por como pasaron las cosas, por no poder hacer nada, o peor aún, por haberlo hecho todo y darte cuenta que no importaba… que hagas lo que hagas todo seguirá igual, que tu aporte es tan pequeño, que todas tus fuerzas son menos que nada… perder la esperanza y con ella el valor… nada vale nada pero sobre todo tu.
Escuchar y escuchar que no se entiende tu situación, pues qué te falta? si la vida todo te lo da con creces, y sentirte ahora también un malagradecido incapaz de mirar lo que todos ven…
Quisiera tanto ver, sentir, estoy de plástico, de papel…
Qué paso, en qué momento todo se fue derrumbando?. Lo recuerdas bien, fue en ese instante preciso que sentiste que tenias que dar mucho, mucho más y que era tu responsabilidad, para luego darte cuenta que cometiste un tremendo error de cálculo, tu aporte más grande siempre seria escaso.
Terrible lección de humildad… necesaria siempre, pero tan dolorosa…, te corta todas las ramas, las flores, los sueños, los anhelos… quien soy sin mis sueños?
Que dolor tenerse que levantar… cualquier mínimo esfuerzo exige una enorme fuerza de voluntad que se fue con el anochecer… solo queda una mínima sombra de un tronco pequeño tan insignificante…, capaz de ser pisoteado por todo el que pasa… el dolor es lo único que cobra cada vez más espacio y altura, se hace tan grande, se vuelve físico, aparece delante de ti y ahora lo puedes tocar con las manos, todo duele… el pensamiento se nubla…
Para que leer a este tipo, que sabe él? para que ir a un doctor si ni un amigo te puede comprender, para que ver la tv, es tan efímera. Sin hambre de nada, sin sed. No me hables, no comprendo nada de lo que me dices, ni quiero tratar, no quiero pensar… solo quiero dormir. Mi mente esta tan cansada….
No quiero que nadie me vea así, no quiero lastima de mí. Estoy molesto por como todo pasa, no puedo perdonar, no puedo olvidar… los pensamientos se repiten una y otra vez, me quieren enloquecer. Quisiera, quisiera correr, quisiera escapar…, ojala fuera esa ave que tanto ame…, para volar lejos, lejos…

A veces, sólo un segundo…

Cuando se disfruta poco de los días… se añora lo bueno o lo recordado, y se tiende a engrandecer… sin embargo eso grande puede ser tan solo un detalle delicado que se ha quedado. Es lo que expresa aquel famoso dialogo de Alicia en el país de las maravillas:
“Alicia: ¿Cuánto tiempo es para siempre? Conejo blanco: A veces, sólo un segundo.”
Pero el tiempo sigue su curso sin detenerse, y nos va arrastrando con el a nuevas realidades, ¿queridas? no, muchas veces no, a veces tan solo por ser nuevas. Aferrándose a repetir un pasado irremediablemente dejado atrás, nunca lo nuevo será igual. A veces ni mejor ni peor sino tan solo diferente. A veces se deforma al compararse y se tiñe como de amarillo, pierde la frescura… en ocasiones solo falta la ayuda de alguien sin pasado que nos haga reír y atrape ese instante… y nos traiga de vuelta.