Cuando se disfruta poco de los días… se añora lo bueno o lo recordado, y se tiende a engrandecer… sin embargo eso grande puede ser tan solo un detalle delicado que se ha quedado. Es lo que expresa aquel famoso dialogo de Alicia en el país de las maravillas:
“Alicia: ¿Cuánto tiempo es para siempre? Conejo blanco: A veces, sólo un segundo.”
Pero el tiempo sigue su curso sin detenerse, y nos va arrastrando con el a nuevas realidades, ¿queridas? no, muchas veces no, a veces tan solo por ser nuevas. Aferrándose a repetir un pasado irremediablemente dejado atrás, nunca lo nuevo será igual. A veces ni mejor ni peor sino tan solo diferente. A veces se deforma al compararse y se tiñe como de amarillo, pierde la frescura… en ocasiones solo falta la ayuda de alguien sin pasado que nos haga reír y atrape ese instante… y nos traiga de vuelta.
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