Muchas veces no somos capaz de decir lo que sentimos por miedo a ser juzgados, o porque quizás, de algún modo, es absurdo el sentimiento que tenemos. Incluso para nosotros mismos. Nos damos cuenta de que no sabemos ni cómo ni cuándo pasó. Sin querer, sentimos algo nuevo, porque, a mi parecer, ningún sentimiento es igual al anterior. Ni siquiera cuando hablamos de amor. Cada uno es diferente, pues las personas con las que experimentamos son distintas. Siempre lo he entendido así, pero puede que haya personas que piensen diferente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario