Anoche miré el cielo y estaba lleno de estrellas,
estrellas de colores....
encontré muchos rostros conocidos entre ellas y me dí cuenta de que las estrellas no desaparecen con el día, solo aguardan a que las vuelva a necesitar la noche para acompañarla y hacerse luz en el corazón de aquel que se oscurece.
Alguien me ayudó a recordar que no es tan importante dejar huella,
lo importante en realidad es el camino que recorremos para llegar a la meta, los compañeros que encontramos, lo que descubrimos, lo que vivimos.
A todas las estrellas que iluminan mis momentos de oscuridad hoy quiero regalarles un beso de luz.
Gracias por seguir brillando en mi vida.
Gracias por compartir mis noches y mis días a todos y cada uno de ustedes mis queridos amigos.
Quedaré esperando por si alguien me necesita en su noche.
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