martes, 22 de septiembre de 2015

La película de nuestra vida

 Captura de pantalla 2015-07-28 a las 17.04.14

Todo pasa y seguirá pasando, no podemos tener el control sobre ello, solo podemos mirar.

La vida es un constante desafío. Cada uno de nosotros escribimos nuestro propio guión y dirigimos nuestra propia película. Una película donde todo lo que sucede fue por alguna causa; una decisión, la misma que nosotros hemos elegido.

La vida es una constante seguidilla de decisiones, una rutina donde tenemos que elegir estas mismas y a veces no hacen más que, en lugar de acercarnos a la meta, aumentar el número de desafíos a vivir.

Captura de pantalla 2015-07-28 a las 17.04.29
Nos enamoramos. Sentimos ese cosquilleo interno. Creamos una historia -que probablemente no está escrita en ningún lugar- cada noche antes de dormir o esas madrugadas cuando despiertas y por más intento de volver a dormir, solo terminas imaginándote una historia con esa persona que te hace latir el corazón, con esa persona que te hace sonreír hasta con un mensaje. Rompiendo cualquier límite, hasta la misma distancia.

No toda película estará proyectada una eternidad en los cines, o aún, los cineastas no dirigirán una que tenga duración infinita. En cualquier momento el final llegará. La pantalla dejará de proyectar. El telón se cerrará.

 El amor que había nacido cuando nos enamoramos se habrá acabado. No importa por qué ni como, menos aún donde se fue, no hay otra opción más que aceptar y por más intento que hagas en recuperar, en tratar de volver reescribir, la historia habrá llegado a su fin

Captura de pantalla 2015-07-28 a las 17.04.24
No habíamos imaginado lo que pudiera pasar. Es difícil – por lo menos para quienes hemos amado de verdad- aceptar que las historias que imaginamos cada noche y esas madrugadas no podrán vivirse. Es difícil aceptar que será otra persona que recibirá los besos que eran tuyos, esos abrazos que eran para ti.

Es injusto que esa persona se vaya dejándote un vacío, que se lleve parte de vida, tu alegría, tus sonrisas y que te deje solos los recuerdos que te martirizarán, pero nadie dijo que la vida tenía que ser justo. Y duele porque quieres de verdad.

Y por más que te cueste entender, verás que se ha terminado. Solo terminamos siendo dos personas que se quisieron demasiado. Que vivimos nuestra propia historia. Que nos hicimos feliz. No importa que la película haya sido corta, que la felicidad haya sido temporal, era nuestra y eso nadie lo cambiará.

 No importa que nuestro para siempre solo haya sido temporal, fueron horas, meses eternas. Y por más que haya durado solo poco más de un año, fue nuestra.
Captura de pantalla 2015-07-28 a las 17.04.19
No importa cuántas veces que se haya cerrado el telón, siempre volverá abrirse. Quizás ya no para repetir la misma historia, pero sí para dar inicio a otra, donde probablemente no tenga los mismos actores, pero que cambiará tu vida, que te hará crecer como persona, que te hará madurar y entender con más claridad.

Por más veces que las historias se acaben no serán las únicas por escribirse en tu vida. Siempre habrá una que se esté iniciando. Siempre habrá una película que se esté iniciando a dirigir.

Siempre habrá en alguna parte una persona que esté dispuesta a escucharte, a amarte, a curar las heridas de tu corazón, a darte unos besos y abrazos que te harán vivir, que te harán soñar despierto, que te harán feliz.

jueves, 17 de septiembre de 2015

ESTA VEZ NUESTRO ADIÓS ES DEFINITIVO, QUERIDO AMIGO

ESTA VEZ NUESTRO ADIÓS ES DEFINITIVO, QUERIDO AMIGO


Hace mucho que tengo esta certeza, pero esta es la primera vez que me atrevo a hablar.
A ti, mi querido amigo… o que antes lo eras.

Hoy sé que no puedo contar contigo, porque atreverme a hacerlo, me haría más daño del que me causa el silencio. Pedirte ayuda sería peor que la indiferencia que hoy existe entre nosotros.

Me pregunto si mi corazón tiene una parte rota. Me pregunto si no soy demasiado dura, pero no puedo aceptar lo que ha pasado entre nosotros, mientras que tú… dudo que siquiera haya pasado por tu mente el pensarlo. Sigues ignorante en el mundo que te inventas, en el mundo que tú creas y en el que piensas que todo está correcto. 

Ese mundo en el que vas a recibir las compensaciones que ansías, por las que luchas. Pero todo eso es falso, y ambos lo sabemos. 

El precio que pagarás por volver real ese mundo de fantasía, será tu inocencia. 

Y por eso tú ya no tienes tiempo para llorar conmigo, para que hablemos sin distracciones y yo no me siento tu amiga ya. Pienso que lo fui, pero tal vez esa venda que tienes no te lo dejo ver. Te digo adiós porque es necesario, y aunque me duela lo dire: tú y yo, ya no somos nada.

Esta amistad que significó tanto para mí, hoy ya no existe, ¿cómo llegamos a esto? Tal vez me equivoqué al tratar de decirte las cosas como eran. Tal vez fue mi total sinceridad ante todo; o tal vez fue que no supe quedarme callada cuando veía que lo que hacías o decías estaba mal. Pero eso es lo que hacen los amigos de verdad.

Quizás mi mayor error fue eso, considerar que era tu amiga, tomarme ese espacio en tu vida. Me metí en ese papel pensado pensando que sabrías tomarle el peso a ese compromiso, pero no. No creo que llegue nunca a acostumbrarme a tu ausencia, pero sé que es lo mejor.

Tal vez las palabras que salieron de nuestras bocas fueron errores que nunca debimos cometer, pero simplemente se escaparon. Jamas pensé que fuera de esta manera como todo terminaría entre nosotros. No pensé que iba a terminar en verdad. Había tantos planes para futuro y, en menos de tres minutos, todo acabó.

DÉJAME EXPLICARTE, QUE ME CANSÉ DE PERSEGUIR SUEÑOS ROTOS

DÉJAME EXPLICARTE, QUE ME CANSÉ DE PERSEGUIR SUEÑOS ROTOS

Y aquí estoy, poniendo un punto final, y preparándome para un nuevo inicio. En una etapa donde cierro un capítulo que ya no hace más que doler. Durante mucho tiempo me encerré en mi mundo, en nuestro mundo; donde yo era tu princesa y tus errores, donde aprendías poco a poco a quererme mejor.

Quiero contarte que tú eres el hombre que al abrazarme me hacía sentir la mujer más protegida, cuando me mirabas en busca de una sonrisa sentía una paz que antes no conocía y cuando me suspirabas al oído un “Tu eres la única” surgía de alguna remota parte de mi cuerpo una inmensa seguridad.

Quiero contarte como conseguías que temblara mi cuerpo cada vez que hacíamos el amor, o como cobraba vida mi piel cuando me besabas.

 Intentaré expresarte porqué a tu lado me sentía la persona más feliz de este jodido mundo cada vez que soñábamos con un futuro juntos… con nuestro futuro! Quiero hacerte entender lo fácil que era enamorarme de tus virtudes, pero más que nada, de tus defectos, porque eran sólo tuyos, te hacían único y especial.

De verdad que te sentía mío; mío cada mañana, siempre tenías un motivo para despertarme con una sonrisa. Mío cada tarde, por lo que tantas veces deseaba que pasarán las horas para poder abrazarte y decirte “Hoy te he extrañado”. Mío cada noche, por las cuales aquella niña ilusionada se vestía y se desvestía unas diez veces para estar perfecta para ti, aunque fueran dos minutos, puesto que al verte aquella insignificante ropa (que no hacía más que separar tu cuerpo del mío) acababa en el suelo a golpe de pasión. La cuestión es, que eras mío, eras mi ilusión, mis sueños, mis ganas, mi esperanza… 

¿Qué digo? ERAS TODO. Y tenías que ser para siempre, deseaba que fuera así…

Y ahora, aquí sentada e intentando desprenderme de todo aquello que me daba vida… Empiezo a entender que todo aquello, cada una de las respuestas, cada uno de los sentimientos que me hiciste experimentar, fueron únicos e irrepetibles, pues eres el gran amor de mi vida. Fuiste el hombre con el que aprendí a soñar, con el que experimenté la necesidad de que el día tuviera más que unas míseras 24 horas, fuiste tú quien me enseñó a olvidar al resto del mundo, porque estábamos tú y yo, y no necesitábamos más que eso, contigo conocí el amor.

Hoy sólo me puedes caracterizar por mi terrible orgullo en el cual me he sumergido de un tiempo para acá, es por eso que tengo la necesidad de explicarte los motivos de dicha actitud, deseo que entiendas porqué aquél día gris me despedí con un “Te queria lo suficiente, como para haber pasado el resto de mi vida a tu lado, sino me hubieras dejado al margen”.

Es por eso, que aun en contra de mis deseos, con el tiempo empecé a entender lo que suponía sentirse el ser más patético e insignificante de la humanidad, conocí el mayor dolor (el que se haya enamorado alguna vez estará de acuerdo conmigo cuando digo que el sufrimiento por amor es el más intenso), y también conocí la mayor humillación al ver que no eras “tan mío”… 

Así que a golpe de desilusiones y decepciones, también me enseñaste a ser fuerte y orgullosa, aprendí -con mucho esfuerzo (aunque suene algo idiota)- a quererme un poco más a mí que a ti. 

Aprendí a dejar de lado nuestro futuro y empecé a marcarme el mío, un futuro sin ti, puesto que al final, nunca seremos dos. Así que con el tiempo aprendí a valorarme, a reconocer que merecía algo más que tus patéticos, aunque sinceros “lo siento”.

Y después de tanto tiempo, encerrándome en mi burbuja en la que me negaba a decirte “adiós”, me encontré en aquel café sacando fuerzas de donde ya no me quedaban despidiéndome de ti. 

Diciéndote que me iba para no volver, reconociendo, que ya no habría un “hasta luego”. Porque se había acabado, porque debía desprenderme de tus besos, de tus te quiero, de todo lo que tu eras y significabas para mí. Y dolió.

Sigue doliendo. Y probablemente dolerá mucho tiempo, pero, hice lo correcto ¿No? Y aunque ese pensamiento ahora mismo no sea capaz de consolarme, y aunque nos recuerde siempre, aunque te quiera–¡mierda, te quiero!-, aunque no sienta más que miedo al ver que empiezo una nueva etapa sin ti, aquel día me cansé de perseguir sueños rotos…

Hoy sólo me queda decirte que sigas adelante, que vuelvas a enamorarte, que deseo que seas feliz, pero si aún me quieres un poco… 

Hazme un favor! y no olvides nunca lo feliz que me hiciste y lo mucho que te queri, con lo bueno, y con lo malo, siempre te querre

5 INOLVIDABLES FRASES DE “EL PRINCIPITO”

5 INOLVIDABLES FRASES DE “EL PRINCIPITO”


“Lo pasado ha huido, lo que esperas está ausente, pero el presente es tuyo”

Puede que una de las cosas más importantes que tenemos en nuestra vida sea vivir el presente y estar despiertos en cada momento que se nos presenta.  La vida está llena de preocupaciones, esfuerzos continuos, un trabajo que desarrollar, mejor o peor.

Elementos y acciones que no nos permiten tiempo de pararnos a observar nuestro alrededor para sentir lo que tenemos.

El no ser conscientes del gran regalo que nos supone vivir nuestra vida nos genera una eterna preocupación por el mañana y qué ocurrirá.

Muchos de nosotros hemos olvidado pararnos a disfrutar un poco más, reír, compartir con los que más queremos, realizar lo que nos gusta dando igual si sirve para algo o no.

Simplemente nos gusta, ¿Para qué no hacerlo entonces sin más? Permitirte disfrutar del día, desarrollar aún más las ganas por aprender, curiosear, descubrirte a ti mismo y los que te rodean, asombrarte, enamorarte…

En definitiva, hacer aquello que nos importa, nos interesa y abrir nuestro corazón a disfrutar cada momento de la vida que llevamos.

Continuamente nos estamos desplazando rápido, tanto emocional como físicamente. Cambiamos constantemente de relaciones, tareas, trabajos, pero no nos detenemos a preguntarnos igual de fugazmente cuando fue la última vez que lo pasamos bien.

Vivir el presente con consciencia es posible. Inspírate con estas  5  citas de “El Principito”, uno de los más poderosos libros que siempre nos permitirá un precioso aprendizaje y crecimiento personal:

1. “Sólo con el corazón se puede ver bien. Lo esencial es invisible a los ojos”

2. “Entonces te juzgarás a ti mismo,” respondió el rey. “Eso es lo más difícil. Es mucho más difícil juzgarse a uno mismo que a los demás. Si logras juzgarte correctamente significará que eres un verdadero sabio”

3. “Nadie las ha domesticado ni ustedes han domesticado a nadie. Son como era el zorro antes, que en nada se diferenciaba de otros cien mil zorros. Pero nos convertimos en amigos y ahora es único en el mundo”

4. “Así es,” dijo el zorro. “Para mí aún no eres nada más que un muchachito como cientos de otros muchachos. No te necesito y tú tampoco me necesitas a mí. Para ti soy como un zorro igual a otros miles de zorros, pero si me domesticas nos necesitaremos. Tú serás para mí único en el mundo y yo seré único en el mundo para ti”

5. “A los adultos les encantan los números. Cuando les cuentas que tienes un amigo nuevo nunca te preguntan por lo que realmente importa. Nunca te dicen ‘¿Cómo es su voz? ¿Qué juegos prefiere? ¿Colecciona mariposas?’ En vez de eso te preguntan ‘¿Cuántos años tiene? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto dinero gana su padre?’ Sólo entonces creen conocerlo”

Espero que estas 5 hermosas citas te hayan llevado a replantearte tu momento, el aquí y el ahora. Algo tan importante y esencial.

Enamórate de un hombre de verdad

Enamórate de un hombre de verdad


Si algún día llegas a leer estas palabras, quiero pedirte unos minutos de tu tiempo... para tratar de explicarte.
No puedo pedirte que te enamores de un extraño, eso es absurdo; pero, quiero pedirte que, al momento de entregar tu corazón, lo hagas a sabiendas de que quien está a tu lado, es un hombre que sabrá amarte y apreciarte por la mujer que eres.

Quiero pedirte, que te enamores de un hombre de verdad; uno, que te persiga con la mirada, como un león hambriento; y que, se pierda en el brillo de tus ojos, aún en la oscuridad.

Enamórate de un hombre, para el cual tú seas la única mujer en este mundo; y, que sea capaz de construirte un castillo, aunque solo tenga un lápiz y papel.

No puedo pedirte que te enamores de un hombre que lo haga todo; sin embargo, te pido que te enamores de un hombre que esté dispuesto a hacerlo todo por ti.

Quiero que te enamores de un hombre con la suficiente hombría para cocinar por las noches, o cuándo estés cansada. Un hombre que pueda coser un botón de tu blusa favorita, para que puedas llegar a tiempo a esa reunión; y, por qué no, que te diga al oído que: todo estará bien.

Enamórate de un hombre que valore a Dios, a la familia y los amigos. Pues en la vida, necesitará de todos ellos. Y, si es un ladrón, procura que te robé solo algunos besos; pues, ya te habrá robado el corazón.

Quiero que te enamores de aquel que acaricie tu rostro y juegue con tu pelo, así sabrás que su mente está solo contigo. Cualquiera puede decir un “te amo”; pero, el amor se demuestra cada día, y en los pequeños: “te quiero”...

Quiero que te enamores de un hombre que procure llenarte de alegría; y que te haga sonreír, aún en tus días más difíciles. Enamórate de aquel hombre, que no se aproveché de ti, ni aún en tus momentos de vulnerabilidad. Un verdadero hombre te respetará, incluso, cuando tú no quieras.

Enamórate de un hombre que no haga alarde de los bienes que tiene; sino, que sepa apreciar y valorar todo aquello que ha vivido, las personas con las cuáles ha compartido y las experiencias que en la vida ha acumulado.

Enamórate de alguien a quien le guste cocinar y ejercitarse, así tendrás la excusa perfecta para comer tus caprichos; y luego, pasar el tiempo juntos: “quemando esas calorías”. Quiero que te enamores de un hombre que esté dispuesto a llevarte la contraria; y, que tenga un punto de vista distinto al tuyo. Así, en la salud, la distancia o la enfermedad, sabrás que siempre podrás contar con alguien que estará a tu lado: a pesar, de cualquier diferencia.

Enamórate de un hombre que te tenga presente a cada momento del día; y, que te llene la vida de detalles. Un hombre, que jamás te oculte lo que siente; y te diga, lo que necesitas saber. Quiero que te enamores de alguien que sepa escucharte, aún en el sórdido silencio del olvidó.
Enamórate de un hombre que sea libre, que sea tuyo; que te ame, y que se deje amar por ti. Enamórate de alguien que, aunque no sea yo, te haga feliz.

Al final, si aún no has comprendido, eres tan digna de este amor tan tuyo y tan mío, que aquél de quién te enamores sabrá, que: sólo un hombre de verdad, es digno de ti.
No te conformes con menos...

ESPERO..

ESPERO..


Espero que en esas noches frías cuando las rebeldes nubes se entrecruzan el cielo tu cuerpo pida a gritos abrigo; ese mismo calor que te brindaban mis brazos cuando cobijaban tu desnudez, mientras los cadáveres de minutos, segundos y horas se desplomaban sigilosamente en el reloj de tu cuarto. 

Espero que ahora, tú, sentada al lado del teléfono y con esa mirada de ansiedad que tanto te delataba cuando querías hablar conmigo se quede en eso… ansiedad, recuerdos, nostalgia y en un silencio absoluto… el que tanto reclamabas cuando mis palabras simplemente pretendían llegar a tu corazón.

Espero que cada momento vivido se convierta en un punzón en tu mente y que las metáforas que se colaron en mis cartas, pierdan su magia, esa misma magia que tus ojos azules y tu sonrisa creaban cada vez que te acercabas a mi, pero que lastimosamente se extinguió, como se extingue la luz de una estrella fugaz atravesando el firmamento.

Espero que cada nube a la que intentamos darle forma (sin llegar a encontrar alguna), mientras reposábamos y jugueteábamos en el prado, logre por fin convertirse en ese unicornio con resplandecientes alas que tantas veces fingí haber hallado y que simplemente era un montículo de partículas abstractas merodeando en el cielo.

Espero que esas actividades que realizábamos juntos como llenar ese dichoso álbum de láminas de dinosaurios y que a propósito casi llenas (gracias a todas las chocolatinas que te regalaba) se queden así, y no es resentimiento pero…

Ojala, y nunca… te salga el teratosaurios.

¿Pero sabes algo?

Espero que cada párrafo que acabe de escribir con un poco de rabia se queden embalsamados en mi cuaderno, y que nunca puedas leer esta carta porque de una u otra manera simplemente se convirtió en una excusa para acordarme de ti…

Amar con inteligencia y pensar con amor

Amar con inteligencia y pensar con amor 
En la mayoría de los casos nos dejamos llevar por el corazón, y está bien. Tal vez es lo más sincero. No nacemos con un manual que nos enseñe el arte de amar, tampoco nos lo suelen enseñar en el colegio ni en la calle. 

Amar es un instinto que se desarrolla dentro de cada persona según su personalidad y sus experiencias vividas. Somos seres humanos imperfectos por naturaleza y es precisamente ahí donde recae la belleza de cada persona, no en la imperfección, sino en las diferencias. 

Y es por eso, que por suerte o por desgracia, no puede haber dicha formula para amar de manera perfecta.

Del mismo modo que no existen dos personas iguales, no se puede amar a personas distintas de la misma forma. La forma ideal siempre va a depender de cómo sea cada persona y lo bonito es ir descubriendo cómo amar  con el corazón, pero siempre con base en la inteligencia.

Una relación amorosa es siempre compleja, la felicidad no surge por arte de magia, pues hay que armonizar dos universos en uno solo para que juntos, se integren en un mismo camino donde puedan fluir con tranquilidad y felicidad en busca de los objetivos comunes. 

Pero para eso es necesario mantenernos de manera consciente en un estado de ánimo muy positivo que nos ayude a sobrepasar cualquier limitación u obstáculo que se interponga. En otras palabras, tener una relación grandiosa es posible, pero empieza desde el cambio de tu pensamiento, a través de tus acciones y de la inteligencia emocional.

Aprender a amar es todo un reto que debemos marcarnos de forma constante para no terminar estancados en la zona de confort que con frecuencia nos encierra en los márgenes del individualismo. 

Estamos muy acostumbrados a pensar desde la perspectiva del yo, pero tenemos que recordar que una relación de pareja está compuesta por dos personas y ambas son igual de importantes. 

Aprender a amar es un aprendizaje necesario, pero somos tan complejos que a pesar de que con frecuencia tendemos al individualismo también existe otra realidad. Y es que tenemos que aprender a querernos a nosotros mismos para poder amar mejor a los demás.

La inteligencia emocional en el amor implica el auto-conocimiento de nuestras cualidades y aspectos oscuros inconscientes que pueden influir en la manera que experimentamos una relación de pareja.

Es verdad que el corazón y la inteligencia puede ir cada una por su lado, pero tampoco están peleadas y podrían ir juntas en busca del equilibrio para que la parte racional y sentimental vayan en una misma dirección y alcanzar así la madurez con la experiencia y la práctica.

El amor empieza por uno mismo.

Lo cierto es que el amor comienza por uno mismo, es decir, el respeto, la lealtad y la sinceridad que quieres tener en una relación puedes comenzar por entrenarla en la relación que tienes contigo mismo. La soltería es toda una escuela del amor ya que cuando estás bien contigo, tienes más opciones de encontrar pareja.

Recuerda lo que no quieres.

Toda la experiencia que has tenido en la vida tiene que servirte para tener muy claro todo aquello que no quieres volver a tener y que no deseas repetir. Por tanto, sé coherente y aprende de esos errores tan humanos. Sin embargo, lo que no es tan humano es el masoquismo de tropezar diez veces en la misma piedra.

Busca el equilibrio.

Busca el equilibrio entre tú y tu relación. Tan malo es que de dejes siempre en un segundo plano para centrarte totalmente en tu pareja, como que te creas el centro del universo y aspires a que el mundo entero gire a tu alrededor. Busca el equilibrio de vivir en armonía.

Confía en tu suerte.

Confía en la vida, en ti mismo y en tu destino en general. No dejes que los fracasos pasados te amarguen el corazón hasta el punto de parecer una persona resentida con el mundo. Piensa que siempre existen motivos para creer en el amor, historias verdaderas que llenan el mundo de verdad y belleza emocional. Tú también puedes protagonizar tu historia con final feliz.

Di lo que sientes.

Decir te amo cuando lo sentimos, decirle a esa persona querida que nos importa, que nos emociona estar a su lado, que su compañía nos hace feliz, son formas de hacerle saber lo mucho que te llena la relación. Este tipo de gestos están llenos de romanticismo y le hacen saber al otro que sin importar el tiempo que llevan juntos los une un profundo amor.

Demuestra tu amor.

Igual de importante que decirle al otro que lo queremos es demostrarlo con acciones y gestos cotidianos. Preocupándote por esa persona, ofreciendo siempre tu apoyo, tu cariño, estando allí siempre. Este tipo de gestos son los que le dan a la relación un toque especial haciendo que nuestra pareja se sienta única.

La comunicación: El principio de toda relación.

Es importante determinar que a través de la comunicación conocemos a las personas, su historia, sus intereses, sus objetivos, sus frustraciones, sus gustos, etc., así que es por eso que toma una importancia primordial en cualquier relación el poder establecer un buen vehículo de comunicación claro y abierto. Además es importante saber que no podemos amar lo que no conocemos.

La calidad de la comunicación determina el futuro de una relación de pareja. El diálogo les permitirá crear un proyecto de vida en común, donde es necesario negociar, ceder, llegar a acuerdos, y reforzar la empatía.

Aprende que ante todo, amar es respetar.

Si queremos a una persona y estamos unidos a ella, debemos tener claro que amar es “respetar al otro tal y como es y no como yo necesito que sea”, los seres humanos no somos objetos que poseer o dominar, sino personas que aportamos y enriquecemos a los demás con nuestra forma de ser y con nuestra individualidad, se trata de una interacción en la que dos ofrecen y dos reciben por igual. 

Pero hay que tener claro que para constituir y “ser pareja”, primero hemos de haber alcanzado nuestra propia madurez, solo seremos capaces de respetar si hemos alcanzado nuestra propia independencia, sin necesidad de proyectar en el otro nuestros miedos, inseguridades o necesidades, sin explotarlo, sin convertirnos en “vampiros emocionales”…

Madurez.

Este aspecto no es estático, sino dinámico y en permanente crecimiento.

 Madurez significa estar receptivo a escuchar, respetar y alentar un crecimiento en tu conciencia para volverte más sabio, atento y despierto. Implica capacidad para asumir tus errores, observar tus aspectos oscuros y hacerte responsable de ellos.

 Las relaciones de pareja complicadas, agresivas y complejas suelen darse porque sus miembros son inmaduros.
 Por ende, si realmente quieres experimentar un amor maduro y potente, es necesario que trabajes tu propia madurez.

Sé responsable.

No se trata de un término que implique deber u obligación, algo impuesto desde el exterior. En absoluto, en su verdadero sentido se refiere a un acto enteramente voluntario por nuestra parte, constituye una respuesta adecuada a las necesidades, expresadas o no, de nuestra pareja. “Nadie me obliga a ser responsable de ti, lo hago porque así lo quiero y porque deseo tu bienestar”.

 Bien es cierto que este concepto puede degenerar en ocasiones en algo tan peligroso como la dominación o la posesividad, sentirse “responsable” a veces provoca que caigamos en el error de “me responsabilizo de ti porque me perteneces”.  

 Nada más lejos de la realidad. Ser responsable es respetar y preocuparse por la otra persona, permitiendo su crecimiento personal y valorando también su individualidad.

No seas excesivamente susceptible.

Ser hipersensible es nocivo pues puede llegar a convertir la convivencia en algo insoportable. Es menester aprender a “llevar al otro” restando importancia a esas inevitables dificultades de la vida en pareja. 

Hay que olvidar las pequeñas tensiones que inevitablemente conllevan cualquier convivencia, superándolo, mirando la parte positiva de los problemas y suavizando siempre la situación.

Nunca olvides el verbo “cuidar”

El amor es la preocupación activa por la vida y el crecimiento de quien amamos. Sin una preocupación sincera y demostrable no hay amor. Cuidar a otra persona requiere saber también cuáles son sus necesidades en el círculo de la pareja y, por supuesto como persona, enriquecerla, ofrecer confianza, respeto, una escucha activa…

Compresión y humor ante todo.

Son dos palabras que deben estar siempre presentes en un relación saludable y que también son necesarias para mantener vivo el romance. Por eso debemos tenerlas presentes y ponerlas en práctica, comprender a nuestra pareja, y enfrentar la vida con humor para reducir la tensión y mantener el romance siempre vivo.

Ten el don de la oportunidad.

Para plantear cualquier cuestión conflictiva o ante una decisión importante, se ha de evitar hacerlo en los momentos de cansancio o tensión.

Da importancia al sexo.

La intimidad sexual es fundamental cuando de romance se trata y es que el sexo estrecha los lazos y hace que nos unamos más a nuestra pareja, por eso nunca puede descuidarse. Pero además es una oportunidad perfecta para combinar romance y erotismo, para hacer que nuestra pareja se sienta deseada y sepa lo importante que es para nosotros. 

No caer nunca en la rutina sexual y mantener viva la llama es fundamental para que el romance esté siempre en nuestra relación.

Evita lo menos posible emociones tóxicas.

Los celos e inseguridades pueden convertirse en uno de los peores enemigos de las relaciones en pareja, y es que una vez que se instalan con fuerza resulta difícil hacerlos desaparecer. 

Cuando aparecen de forma ocasional y ante la mirada o el halago de un tercero pueden resultar simpáticos y un signo de que el otro se interesa en ti, pero en el punto en el que se vuelven exagerados y surgen sin razón aparente lo que antes parecía una gracia, se convierte en un conflicto. Si este es tu caso aprende de una vez como controlar los celos para mejorar tu relación.

Ten capacidad de reacción.

Hay que evitar que las tensiones y problemas impidan el diálogo durante horas o días, gestos negativos, lenguaje crítico hacia el otro… Hay que saber pedir perdón, aproximarse al otro e impedir que ninguno se sienta demasiado derrotado. Una pareja bien avenida se crece en las dificultades y tiene recursos para superar y sortear los escollos de la vida.

Evitar discusiones innecesarias.

Aprender el arte de aceptar distintos criterios. Aquí se mezclan con arte y oficio, el saber ceder, el saber encajar y la capacidad para zanjar un tema sin volver obsesivamente sobre él. Esto evitara esas discusiones que no conducen más que a alimentar la lista de agravios y no conducen a nada.

No olvides los pequeños detalles.

El mejor amor se echa a perder si no se cuida a base de pequeños detalles que hacen agradable la convivencia. Es como una planta a la que hay que cuidar y mimar. Es un intercambio de conductas positivas y gratificantes que parecen no tener importancia. Por ejemplo, esperar la llegada del otro, sorprenderle con algo agradable, ir al cine, una cena romántica, un vestido especial… 

Mantener el amor joven es mantener siempre la capacidad de sorprender al otro en cosas menudas, insignificantes, pero que convierten al otro en ese ser único y especial.

Es curioso comprobar cómo esta actividad, la de amar, se inicie con tantas esperanzas y expectaciones como ninguna otra, y sin embargo, fracase tan a menudo. C

omo seres racionales que somos todos deberíamos aprender de nuestras experiencias y saber reconocer errores, preocuparnos por saber qué podemos cambiar en nosotros mismos para ser mejores, para poder superar el fracaso y comprender un poco mejor qué significa y qué conlleva eso llamado “amor” al que habitualmente se asocian tantos errores…

El amor es una actividad, no un acto pasivo ni un súbito arranque, se trata de un estado continuado en el que “dar y recibir”, pero eso sí, no confundamos la palabra “dar” como obligado sinónimo de “renuncia”; de “sacrificio”.
“Con el amor no basta”, y lo siento por los fanáticos del enamoramiento, pero el amor, para los que nos movemos en un plano terrenal y no hemos trascendido, no suele ser tan incondicional, ni mueve montañas: más bien te aplasta, si te descuidas y no lo sabes manejar. 

Así que antes de arriesgarte ciegamente, pon el entusiasmo entre paréntesis por un rato (…) y conéctate a un sistema de procesamiento más controlado (…). Una vez hayas descendido de la estratosfera, empieza a considerar ventajas y desventajas, pros y contras y tus expectativas más entrañables; trata de pensar de la cintura hacia arriba y no de la cintura para abajo. 

Quédate en la realidad concreta, tratando de ver las cosas como son. Si repites esta práctica de conectarte y desconectarte con la emoción, irás forjando una nueva habilidad que te servirá en el futuro: serás capaz de integrar razón y emoción y discernir cuándo sobra una o falta la otra.

SOLO QUIERO UN AMOR QUE ME HAGA SENTIR VIVA

SOLO QUIERO UN AMOR QUE ME HAGA SENTIR VIVA

Los hombres elegirán cualquier chica que se mueva, yo quiero un hombre que me mueva a mí.
Cuando se trata de amores temporales, encuentros fugaces y furtivos, besos sin tanto amor, algunos pueden elegir la primera compañía que se les cruce por al frente. 

La primera persona con la que sientan química, o quien les coquetee de manera más rápida. Hay quienes, desde mi punto de vista, se conforman con poco. Pero yo no.

Sí – sigo hablando de una relación que no sea estable. De tener a alguien junto a mí por hoy, o quizás de vez en cuando. Para que no esté tan fría mi cama ni mi corazón, pero no me importa lo que pase en el camino. Si hay más de lo que espero, bienvenido sea. Si no es así, espero no haberme hecho ilusiones para cuando llegue ese momento.

Pero no quiero solo un chico que me parezca atractivo, o que reúna ciertas “condiciones” de picardía suficientes como para ser mi cómplice. Primero, realmente no buscaré nada, solo esperaré lo que tenga que pasar de manera natural. Segundo, quiero una persona que de todos modos me hipnotice, que tengamos un poco más que química simple, algo un poco más.

Si voy a entregarme en esta aventura, también quiero que sea con mi mente, con mi todo. Sé que puede ser esporádico, sé que podría conocerlo solo una noche y no verlo más. No espero que sea así, no deseo saciar solo la sed de mi cuerpo, algún deseo que tenga, no. Quiero un poco más.

Puede sonar extraño, puede que no me entiendan. Solo pienso que, si tendré algo, por más insignificante que sea, no quiero pasarme a llevar, ni utilizar a otra persona solo de esa manera. Quiero una conexión más que física, aunque sea solo por un día, por una semana, por un tiempo.

 Que podamos sentarnos en la cama y hablar un rato, aprender de lo que me dice, aunque sea un completo extraño que no veré nunca más.

No me quiero sentir muerta, como muchos caminan en busca del deseo en esta sociedad, sin ninguna emoción ni racionalidad. Yo quiero estar bien viva, para disfrutarlo. Sin ataduras, ni proyecciones. Así tal cual.

Qué debo hacer. Aguantar o abandonar.

Qué debo hacer. Aguantar o abandonar.


En ocasiones estás tan agobiada por las situaciones incómodas por las que atraviesas que ya no sabes qué hacer y hacía donde ir, tanto que te da igual lo que pase con tu vida. 

Olvidas por completo quién eres y lo que vales, pero créeme que no tienes porqué vivir así. Esperamos que el siguiente articulo te sea de ayuda para recuperar tu fortaleza.

No todo nos sale como quisiéramos, muchas de nuestras ilusiones y cosas por las que hemos luchado, se ven truncadas. Es doloroso abandonar aquello por lo que durante mucho tiempo hemos luchado en intentar conseguir, pero en ocasiones puede ser lo mejor.

Gran parte de la vida se nos va tratando de no perder, de no dejar aquellos a quienes amamos, o  de no perder lo que consideramos nuestro patrimonio, de no abandonar proyectos emprendidos aunque sintamos que lo que estamos realizando no nos está dando los resultados deseados y no nos está llevando a ningún lado.

En ocasiones nos preguntamos:


¿Estoy haciendo lo correcto?

¿Estaré perdiendo mi tiempo?

¿Debería abandonar o continuar ?

Muchas veces, la respuesta está más que clara; se sabe lo que hay que cambiar o lo que hay que dejar, sin embargo, cuando pensamos en los cambios que debemos hacer, sentimos miedo, temor a arrepentirnos, miedo de haber gastado tiempo, dinero, sentimientos que se han invertido con la firme idea de que los pasos dados eran los correctos, miedo a lo que los demás puedan decir, miedo a la sensación de fracaso.

No tenemos la fórmula que nos indique sin errores cuando debemos abandonar y cuando merece la pena seguir luchando por algo o por alguien, para poder abandonar cualquier proyecto que no nos está dejando nada más que pérdidas, con dolor y sufrimiento.

Nadie tiene la capacidad de decidir por nosotros, nadie puede indicarnos cuando abandonar, porque nadie nos conoce mejor que nosotros mismos; por lo tanto somos sólo y únicamente nosotros quienes podemos tomar la decisión.

ABANDONAR NO SIGNIFICA FRACASAR, POR EL CONTRARIO, ES UNA FORMA INFALIBLE PARA “NO” FRACASAR.

Haber invertido tiempo, dinero y esfuerzo, no significa que merezca la pena seguir en la lucha por algo que no está funcionando, ni significa que seguir perseverando los resultados van a cambiar.

Muchas veces nos basamos en los errores del pasado, nos estancamos por miedo a cometer los mismos errores, pero no significa que por haber cometido errores en el pasado nuestras decisiones no pueden ser acertadas, nos dejamos llevar por las expectativas de otras personas y éstas interfieren muchas veces en nuestro camino, en la toma de decisiones, interfieren en nuestra decisión de abandonar cuando debemos hacerlo, porque hay circunstancias que necesitan una decisión y un actuar inmediato, porque el tiempo no se detiene, y nos sorprende después de unos años en la duda de si deberíamos o no abandonar o hacer los cambios necesarios en nuestra vida, sin embargo también hay personas que tienen una influencia positiva en nuestra vida.

DEJAR O CAMBIAR LAS TÁCTICAS QUE HEMOS EMPLEADO, NO SIGNIFICA ABANDONAR POR SIEMPRE NUESTROS PROPÓSITOS DE DESARROLLO O DE ADELANTO.

Quedarnos y aguantar una situación que no nos satisface, puede hacernos sentir desgraciados, frustradas y amargadas; ¿no sería mejor sentirnos libres de buscar otras formas para triunfar o simplemente para poner la mente en claro y explorar otros ámbitos?

Abandonar no es fácil, nunca lo ha sido, pero ¿acaso muchas veces no somos abandonadas física o emocionalmente? ¿Acaso no es nuestra decisión de bajar el telón de una vez por todas? Esto no significa abandonar algo que tiene un buen potencial buenos resultados que veremos a largo plazo, y no podemos ni debemos abandonar por cansancio, aburrimiento o por estrés.

Pero debemos saber aceptar cuando la lucha es infructuosa, reconocer cuando estamos nadando contra la corriente. También debemos reconocer nuestras capacidades y posibilidades para hacer a que algo funcione, es necesario eso sí, mantener en mente que la lucha y la perseverancia por conseguir lo que queremos, no implica tratar de hacer cambiar a una persona para que una relación funcione.

Cada quién tiene su propia personalidad y tratar de cambiar a alguien, sería tanto como una lucha infructuosa que no nos llevaría a ningún lado.

NO PUEDES MENDIGAR AMOR

NO PUEDES MENDIGAR AMOR


No puedo reclamarte por no amarme como merecía, porque no se puede pedir a alguien que sienta algo que no puede sentir. 

Después de tantos días de no parar de pensar en ti, estar culpándote y a la vez culpándome a mí por hacerlo, ayer en medio de una canción intensamente romántica pasaste por mi mente. 

Pero no como solías hacerlo, no como si tú fueras el protagonista de esa mágica historia de amor, simplemente pasaste para recordarme que ya no eres importante en mi vida, que pocas veces al día te recuerdo, que el escuchar tu voz ya no produce nada en mí y que estoy finalmente feliz por ello. 

Y bueno, yo nunca pude decirte cómo me sentía realmente, no quería que las cosas sucedieran como sucedieron. 

Después de mucho volví a escribir y lo hice por ti, constantemente me incitabas a hacerlo, y estoy aquí una noche más dedicándote esto.

Cariño, gracias por enseñarme tantas cosas, gracias por mostrarme que a veces no todo lo que deseas se hace realidad, que a veces la princesa tiene que salvarse, que tiene luchar hasta que sus uñas sangren, por más que duelan, que tiene que seguir.

Muchísimas gracias por hacerme perder a mí misma e irónicamente estar allí para ver cómo me reencontraba, no con mi antigua yo, sino con una yo más profunda, más valiente, menos superficial, pero con la misma esencia de niña loca que se enamoró de una sonrisa que no era para ella.

Quiero decirte que aunque todavía trato de sacar lo mucho de ti que dejaste aquí dentro, no eres indeleble y paso a paso puedo borrar tu recuerdo que hace tiempo pensé habías marcado en mí como un tatuaje, pero hoy comprendo, que incluso los tatuajes se pueden eliminar.

No quiero que me malinterpretes, tampoco puedo reclamarte por no amarme como merecía, no se puede pedir a las personas que sientan algo que no pueden sentir, eso también lo aprendí gracias a ello. 

No puedes mendigar amor, eso ahora lo tengo presente cada día, solo puedes dar lo mejor de ti y amar, ya verán los otros si te aman o no.

Te deseo lo mejor, perdón por haberte culpado de tanto, sabiendo que yo también fui culpable. Solo sentía que eras el peor, pero no lo eres, eres maravilloso, no puedo olvidar tantas alegrías y tanto apoyo. Espero que lo que estabas buscando sea mejor que lo que perdiste, sinceramente deseo que ella te haga feliz, lo mereces.

Gracias por venir y desordenar mi vida

Te quiere, pero ya no te extraña,

Yo.

Te libero...

Te libero…

Hoy cumplimos un año de haber elegido caminos diferentes. Hoy decido levantarme, recuperarme, seguir adelante, decido pensar en mí, en mi presente y en mi futuro. Hoy dejo que todo fluya como antes, dejo de aferrarme a personas, situaciones, o recuerdos. Hoy ya no quiero llorarte, ya no quiero anhelarte, incluso no quiero pensarte estoy cansada de rogarle al cielo que regreses.

 

Te dejo ir, te dejo libre, libre de mis llantos, de tu karma, de mis caídas, de mis sueños que no te dejan dormir, de mis noches en las que ya no puedo más, de mis te extraño, de mis te amo, de mis rezos para que vuelvas, de mis dramas, de lo sensible que soy.

Te libero de mis labios esos que se muerden solos cuando te piensan, de mi mal humor, de la distancia que nos separa, de mis locuras, de mis miedos, de mi amor, de mi frustraciones y mis ansias, de mis risas de desesperación, de mis lunares, te libero de mis sonrisas falsas; esas que le doy a la gente para no dar explicaciones, te libero de nuestras aventuras. Hoy mi amor, eres libre y yo también.

Hoy levanto la mirada al cielo y agradezco. Hoy regresa mi alegría, esa de la que te enamoraste un día. Regresa el brillo en mi mirar y al andar nada me detiene.

Hoy no estoy sola Jesús me acompaña, el sol me abraza, las estrellas me guían, María me cuida y la luna me ilumina.

Guardo con firmeza y cariño los te amo, las caricias, los recuerdos, las esencias más intensas, las risas, los abrazos; esos a donde yo pertenecía, guardo el alma y el amor que te tengo para cuando te vuelva a ver. Espero me perdones por haberle puesto pausa a este amor, porque yo no me perdono haberme partido el corazón.